Desde la tarde del 23 de julio del año pasado, cuando entre tiros y gritos se llevaron una mochila con $ 50.000 del aeropuerto Benjamín Matienzo, gran parte de "La banda de la gruta" se había confinado a las sombras. Pero ayer su nombre volvió a resonar con fuerza.
Los peligrosos delincuentes, esta vez, atacaron en su propio barrio. Vestidos como policías, entraron a una casa de Villa 9 de Julio, golpearon a una familia y robaron más de $ 3.000 y electrodomésticos. "Pensé que me iban a matar", relató, todavía aterrada, María Ramos cuando fue consultada por LA GACETA
A las 2, ella salió a la vereda de su casa, ubicada en calle Raúl Colombres al 1.100. "Me desperté porque mis dos tíos, que viven conmigo y ya son ancianos, estaban tratando de separar a un perro de las gallinas. Fui afuera y ellos me dijeron que volviera a la casa. De golpe, escuché un grito y pensé que a alguno de ellos le había pasado algo malo. Volví a la vereda y vi que había varios hombres; dos estaban vestidos con uniformes de la Policía. Uno de estos me decía que estaban buscando un ladrón o algo así, y los demás se escondían en las sombras. Yo me di vuelta para regresar a mi casa y sentí que me agarraban del cuello. Ahí me di cuenta de que, en realidad, eran delincuentes", dijo Ramos.
Como reside en un predio, explicó, no hay vecinos. "Yo grité porque me llevaron arrastrando de los pelos. Pero nadie me iba a poder ayudar", explicó.
Mientras algunos delincuentes la ataban en una habitación, otros fueron al cuarto de su hijo adolescente. "Les pedí que no le hicieran nada, que no lo mataran. Ellos me apuntaban con armas y me decían que si les dábamos el dinero no nos iban a hacer nada", dijo.
Tanques llenos
Durante casi media hora, los asaltantes recorrieron la vivienda de Ramos. "Como tenemos una empresa de transportes, ellos pensaron que iban a encontrar plata. Pero la noche anterior habíamos llenado los camiones de combustible y sólo quedaban unos $ 3.000. Ellos, sin dudas, tenían información sobre cada movimiento nuestro, porque mi marido está de viaje", conjeturó la mujer.
Los ladrones se marcharon dejando maniatados a Ramos, a su hijo y a sus dos tíos.
Ella fue la primera que logró desatarse. "Habían dejado todo a oscuras. Como pude, me saqué los alambres y me fui al cuarto de mi hijo. Tenía una almohada y colchas en la cabeza. Si no se las sacaba a tiempo, quizás moría asfixiado, porque ya estaba ahogándose. Mis tíos estaban cerca del baño, y estaban muy golpeados", dijo.
Luego, Ramos fue a la seccional 10ª. "No me prestaron atención y me vine a Robos y Hurtos. Por suerte, ellos sí fueron a ver qué había ocurrido", señaló.
Agentes al mando de los comisarios Raúl Ferreyra, Humberto Ruezga, Adrián Alvarez y Miguel Luna comenzaron a recorrer Villa 9 de Julio. Tenían un dato clave: un testigo había aportado los números de la chapa patente de uno de los autos en los que se movilizaba la banda.
Así, mediante averiguaciones, fueron a la zona de Blas Parera al 500, donde se construyó la conocida gruta donde se fotografió la banda. Poco después de que los policías llegaron, también lo hizo Rafael Alejandro "El Loco" Medina. Conducía un Ford Ka similar al que buscaban los uniformados. El hombre, de 41 años, fue arrestado en el acto y puesto a disposición del fiscal Arnoldo Suasnábar. El automóvil quedó secuestrado, y el sospechoso deberá declarar hoy a la mañana en Tribunales.
Fuentes policiales indicaron que ahora están tras los pasos de dos muchachos, también vinculados a "La banda de la gruta".
En el lugar, el clima quedó muy caldeado. Cuando el equipo de LA GACETA pasó por allí, jovencitas furiosas comenzaron a proferir insultos. "¡Qué vienen a sacar fotos acá!", gritó una de ellas.
Para los investigadores no pasó por alto que dos de los asaltantes hayan estado vestidos como policías. "Esa ropa se puede conseguir prácticamente en cualquier lado. Además, con una camisa celeste se puede disimular", indicaron.
Ramos, mientras tanto, relató que no sabe cómo hará para continuar con su vida. "Pensar que debo ir a dormir a mi casa me da pánico", señaló, preocupada.